No es la primera vez que una nueva generación de consolas viene acompañada de una subida de precio en los videojuegos, la última vez que recuerdo fue con Xbox 360 y PlayStation 3, y tuvo su polémica.

Pero sí es la primera vez que una nueva generación de consolas llega con una de las mayores crisis mundiales de la historia y eso es una gran diferencia que hay que tener muy en cuenta.

No soy partidario de que los videojuegos suban de precio, soy consumidor de los mismos, pero entiendo el porqué de esta subida; con muchas excepciones claro.

Es cierto que desarrollar un videojuego hoy en día es mucho más caro que hace diez años, eso lo tenemos todos claro, pero también es cierto que faltan más videojuegos menores y que el mercado de consumidores madure.

Hoy en día hay mucho jugador nuevo, por muchos motivos y bien diferentes, jugadores que les falta apreciar el videojuego como lo que es, un producto de consumo y entretenimiento, que muchos vemos como algo más que un simple videojuego.

El mercado ha cambiado mucho en los últimos diez años. Ahora hay una cantidad muy grande de posibilidades para jugar, que no existían hace una década.

Existen los juegos servicio F2P que se ofrecen gratis, hay bajadas de precio de novedades mucho más rápido que antes, las ofertas de las tiendas digitales, los servicios de juegos como Game Pass o similares, los juegos de móvil, los Indies con un mercado más establecido y claro; y me dejo muchas cosas.

La apreciación del consumidor hacia el videojuego es bien diferente que hace años. Hoy en día un precio alto se debe ajustar a muchas cosas, no solo ofrecer un buen videojuego.

Hace más de 30 años, cuando yo empecé a jugar a videojuegos, con que te divirtieras era más que suficiente. La gran mayoría de videojuegos que jugábamos solían tenían una duración muy corta (cuando los conocías bien y te los pasabas de tirón) y lo único que buscábamos es que fueran divertidos.

Por una razón u otra, los juegos eran más rejugables que ahora. Pero también entra en juego que por aquel entonces yo era un niño y mi forma de ver el videojuego era bien diferente a como lo veo ahora.

Hoy muchos jugadores exigen más cosas a un juego cuando el desembolso es día uno y pagan por una novedad. Si les das un juego corto, aunque sea un buen videojuego, siempre suele haber quejas y críticas negativas.

Un nuevo lanzamiento tiene que ofrecer mucho más que simple diversión y tiene que ser mucho más que un buen videojuego. Se busca que tenga una buena historia, que sea largo, que no se haga monótono, que tenga un buen diseño, que tenga mucho contenido, entre muchas otras cosas.

Se exige mucho más de parte del jugador a las desarrolladoras, mucho más que antes. A veces estas exigencias hacen que la calidad del producto sea incluso inferior, debido a estos requisitos de mercado.

Es posible que antes nos dejáramos llevar más por lo que ofrece el juego y hoy en día nos dejamos llevar más por lo que le falta al juego y nos gustaría que tuviera; y esto es un gran problema.

Pero dejando a un lado esta apreciación, que daría para otro texto, sí creo que estas exigencias se transforman en más tiempo de desarrollo, con un desembolso mayor de dinero para realizar un videojuego que esté a la altura.

¿Cuantos retrasos hemos estado viendo los últimos años en los desarrollos de videojuegos? Seguro que recordáis alguno, porque suelen ser más frecuentes que nunca. Eso es más tiempo trabajando en el videojuego, más tiempo de desarrollo y más dinero invertido.

Por este motivo no veo mal que los juegos suban de precio, al final esto es una industria y si no ganan dinero no tenemos más videojuegos. Además hay un grupo muy grande de trabajadores detrás de algunos videojuegos y tienen que cobrar por su trabajo.

Pero no veo bien que todos los videojuegos tengan el mismo precio. La inversión de las desarrolladoras no es igual en todos los productos, unas arriesgan más que otras, o invierten más dinero que otras.

Que suban de precio el nuevo NBA 2K o el nuevo FIFA, Pro Evolution o cualquier otro, es más un ajuste de mercado que una necesidad. Venderlo como que hay mejoras en la nueva generación y por ello su precio es mayor, no me parece el mejor marketing que ofrecer.

Aunque tampoco veo bien que se categorice la calidad de un juego por el precio de novedad, porque hay videojuegos malos y caros, y videojuegos muy buenos y baratos. No tendría sentido hacerlo así.

Pero repito, es la primera vez que va nacer una nueva generación de consolas en una de las mayores crisis de la historia. Es un momento difícil para todos, tanto para nosotros, como para la industria.

Es todo muy delicado y a veces no basta con subir el precio de los videojuegos para hacer ajustes.

Veremos cómo resulta todo al final, pero tenemos por delante una nueva generación llena de incertidumbre. Y por qué no decirlo, también muy interesante.

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