No podía dejar pasar la noticia del año y eso que llevamos 19 días de 2022. Si no vives en una cueva ya sabrás que Microsoft ha comprado Activision-Blizzard, en uno de los movimientos más grandes de la historia del videojuego.
La noticia llegó ayer, cuando nadie la esperaba, más allá de unos rumores de días anteriores que nadie tomó en serio. Estamos acostumbrados a tantos rumores, que se quedan en nada, que es difícil acertar cuales son ciertos o no.
Pues en esta ocasión el ruido generado en días posteriores era totalmente cierto y Microsoft ha hecho el movimiento más grande de su historia en los videojuegos.
Si nos llevábamos las manos a la cabeza cuando compro Zenimax Media, y todos los estudios que incluyen la marca, este movimiento es prácticamente diez veces más grande si hablamos de dinero.
Activision-Blizzard tiene una gran cantidad de estudios detrás, además de muchas franquicias que mueven mucho dinero, como puede ser Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush.
Este movimiento mareante, y que despierta muchas dudas de cara al futuro, ha hecho que las acciones de Sony PlayStation caigan en bolsa más de un 12%; para que os hagáis una idea de lo que supone.
Se está acusando a Microsoft de monopolio, quizás con algo de razón, aunque no soy el más indicado para hablar de estos temas que desconozco por completo.
Pero este movimiento también supone un cambio de paradigma en el sector y pone a su rival Sony contra las cuerdas.
¿Quiere decir esto que todos los juegos de Activision-Blizzard serán exclusivos del ecosistema Xbox – PC? Es pronto para decirlo, pero sinceramente creo que su intención no es esa.
Lo que sí supone para Microsoft y su ecosistema Xbox – PC, es que quizás todas las franquicias de Activision-Blizzard lleguen al Game Pass y que los próximos lanzamientos de juegos se presenten día uno en el servicio.
No creo que el próximo Call of Duty sea exclusivo en consola de Xbox, más que nada porque Microsoft perdería dinero con ello y sería una estupidez perder las ventas de PlayStation y PC.
Pero es posible, repito que aún es pronto para hablar de estas cosas, que el próximo Call of Duty esté desde el primer día en Game Pass, con todo lo que ello supone.
Esto sí supondría un beneficio para el ecosistema Xbox – PC, sin dejar atrás al resto de usuarios de PlayStation o PC, de los que Microsoft también obtendría beneficios.
Además seguramente atraería a más gente a suscribirse al servicio Game Pass, la gran apuesta de Microsoft en el sector del videojuego y que está funcionando realmente bien (más de 25 millones de suscriptores en la actualidad)
La compra, por casi 70.000 millones de dólares, aún no se hará efectiva hasta el 2023. Estos movimientos tan grandes tienen que pasar una serie de requerimientos antes de hacerse efectivos.
También hay que tener en cuenta que Activision-Blizzard está siendo investigada por los abusos que se han conocido dentro de la empresa y que ahora mismo están en el punto de mira de todo el mundo.
Veremos donde lleva todo esto, de momento es muy pronto para afirmar cosas. Pero lo que sí es seguro es que estamos ante uno de los movimiento más grandes de la historia del videojuego y que tendrá repercusión de cara al futuro.
Si alguien dudaba que Microsoft estuviera poco interesada en el sector del videojuego, y su división Xbox, esto despeja todas las dudas y confirma que van a por todas. Ahora casi podemos esperar cualquier cosa de cara al futuro.
Dejando a un lado la estúpida guerra de consolas, que como usuarios nos debería dar a todos igual, esperemos que este movimiento traiga más cosas buenas que malas.
Está claro que Sony PlayStation está contra las cuerdas y que debe responder con contundencia. Porque lo único que nos beneficia a nosotros, como jugadores, es la competencia entre marcas.