La saga Medal of Honor (Electronic Arts) nació hace trece años, un 11 de noviembre de 1999, bajo la batuta de Steven Spielberg con el objetivo de ofrecer la experiencia de guerra más real. Esa esencia se mantiene aún hoy día y por ello los creadores de Medal of Honor Warfighter (Danger Close Games 2012) han mantenido la tradición y se han centrado en el soldado. Al cual nosotros daremos vida. E intentaremos con todas nuestras fuerzas no perderla.
En esta ocasión tendremos a nuestra disposición a 12 guerreros, cada uno de un escuadrón de élite distinto. En este juego se aúnan 12 fuerzas de élite diferentes provenientes de Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Alemania, Corea, Canadá, Suecia, Australia, Noruega y Polonia. ¿Y España qué? Lo sentimos, señores. Hemos echado en falta algún escuadrón de élite español como los Geos (Grupo Especial de Operaciones). ¡A ver si se nos tiene en cuenta ya!
Danger Close Games, la desarrolladora de videojuegos conocida anteriormente como Electronic Arts Los Angeles, se encarga de crear esta última entrega. Ellos saben de lo que hablan, pues llevan a sus anchas espaldas sagas como Command & Conquer (1995-2012), El Señor de los Anillos: la batalla por la Tierra Media (EA Games, 2004-2012) o las anteriores entregas de la saga que aquí tratamos.
El equipo de desarrollo ha buscado la experiencia de antiguos combatientes para aportar todo el realismo necesario a la entrega. Cada uno ha contado su historia desde un punto de vista personal: los sentimientos vividos, las situaciones afrontadas, los momentos más duros. Sin olvidar los aspectos más tácticos de la guerra: el armamento que cada equipo emplea, los sistemas de apoyo, las estrategias de combate, los entrenamientos…
Linkin Park se ha prestado de nuevo a promocionar este juego mediante su música. En este caso con su canción Castle Of Glass. Me encanta que se tenga en cuenta esa otra parte de la guerra. La de las batallas perdidas, pues cada guerra tiene el trasfondo personal de muchos afectados por ella. Hijos que quedan huérfanos, mujeres que quedan viudas, padres que pierden hijos… Con este juego se ha querido rendir homenaje a tantas vidas perdidas por estas estúpidas guerras. Y qué mejor forma que unir buena música con buenos videojuegos.
En MOH Warfighter deberemos emplear toda nuestra pericia para combatir la PETN, una amenaza terrorista global, en ocho ubicaciones reales repartidas entre Bosnia, Pakistán, Yemen, Somalia y las islas Filipinas. Entre otros batallones, podremos formar parte de los Navy SEALS estadounidenses, el equipo al que más atención se le presta en el juego. Nosotros somos parte del Tier 1, el más alto nivel.
Si hablamos del nuevo motor Frostbite 2, opinamos que luce increíble en PC, pero que pierde fuerza en consola. Algo que realmente nos ha impactado de este motor es el grado de destrucción que permite. El escenario se altera por cada bala, las astillas saltan, las paredes se desploman… Todo ello en tiempo real y sin petadas.
El modo multijugador promete ser épico: 35 mapas y cientos de combinaciones de escuadra. Seis clases diferentes: francotirador (las mata callando), infiltrado (point man), asalto (el soldado polivalente), demoliciones (centrado en abrir puertas y hacer saltar cosas en pedazos), ametrallador pesado (ra-ta-ta-ta-ta) y operaciones especiales (el geek que se volvió militar).
En este modo de juego se fomenta el trabajo en equipo. Ahora vamos en grupos de dos. Tu compañero es tu vida. Si él muere, tú también mueres. Si sois un equipo, vencéis. Si no os unís, perdéis. Es un concepto que nos parece innovador y que marca una pequeña diferencia con otros shooters.
El modo campaña puede verse en un gameplay de siete minutos que os dejamos para vuestro deleite.
Enseguida vemos que el movimiento de nuestros compañeros controlados por el sistema es fluido, avanzando de una cobertura a otra, saltando obstáculos con arte y salero, volando cuando les explota cerca una amistosa granada… Además, la comunicación entre el equipo es constante y nos va guiando y aconsejando mientras avanzamos hacia nuestro siguiente objetivo. Al alcanzar una puerta cerrada podemos tomar varias decisiones: desde disparar al cerrojo para reventarlo hasta utilizar un hacha o, por qué no, volar directamente la puerta por los aires. Téngase en cuenta que cada decisión tendrá sus consecuencias y podrá afectar al balance final de la misión.
Igualmente podemos llevar juguetes tecnológicos como un robot oruga controlado a distancia. Podéis pensar que es un robot adorable como Wall-E o R2-D2 (Arturito para los latinos). Nada más lejos de la realidad. Se trata de un armazón reforzado a base de amianto y metal cargado con una ametralladora pesada recién salida del infierno. Atentos al juguete.
También seremos capaces de disparar desde lanchas fueraborda de casco rígido y conducir vehículos como motos o jeeps. Todo ello mientras esquivamos balas, misiles y granadas. Cardíacos, absténganse.
Todo aquel que desee descargar adrenalina, ponerse en la piel de un curtido soldado y ser épico en general, que se acerque el 23 de octubre a su proveedor habitual de videojuegos para obtener su medalla de honor.
¡Guerreros, presenten armas! ¡La diversión va a comenzar!
Aquí tenéis el trailer del juego
