Aunque sé que tengo que escribir sobre The Witcher 3, juego que finalicé hace unas semanas y del que os prometí que dedicaría un texto, tenía ganas de hablar de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, al que llevo ya dedicadas más de 50 horas de juego y con la misión 31 finalizada.
Sólo puedo escribir palabras bonitas y llenas de halagos para esta nueva entrega de Hideo Kojima, quizás la última de su parte, aunque eso nunca se sabe. A nadie le cabe duda que es título más jugable de toda la saga de Metal Gear Solid o por fin es el juego de “infiltración libre” que Kojima siempre había querido hacer, como afirma en la guía oficial del juego, algo en lo que voy a profundizar.
Primero decir para todos aquellos que afirman, algunos incluso con escasas horas de juego, que The Phantom Pain no es un Metal Gear Solid, no podían estar más equivocados. Esta nueva entrega, que continua al prologo Ground Zeroes, quizás es el Metal Gear Solid que Kojima siempre había querido hacer y si nos fijamos en la sucesión de entregas que ha habido hasta ahora y como han ido evolucionando, todo apuntaba a que algún día la saga iba a convertirse en lo que es The Phantom Pain.
“Me ha llevado 28 años perfeccionar la formula de combinar la infiltración no lineal con la narración de novela de aventuras, y el resultado es MGSV: un juego con una libertad de acción sin precedentes y un nuevo punto de vista narrativo.” Dice Hideo Kojima en el prefacio de la guía oficial.
MGSV: The Phantom Pain ha dado un salto adelante en la forma de jugar y en cómo nos enfrentamos al juego, ofreciendo lo que es sin duda el juego más jugable de toda la saga. Kojima ha tenido que inventar una nueva forma de narrar la historia que se ajuste a la libertad de acción del juego. No olvidemos que podemos jugar las misiones en el orden que deseemos y la forma de realizar cada una de ellas será diferente para cada jugón. Por ello ha decidido dejar a un lado la narrativa como si fuera una película, para estrenar el nuevo formato serie de la misma forma que las series de televisión. Cada misión equivale a un nuevo episodio de un serie y algunos incluso finalizan con un “continuará”.
“Durante estos 28 años, la serie ha ido evolucionando y adaptándose a la nueva tecnología disponible, pero todos los juegos han sido siempre lineales. Por eso, para Metal Gear Solid V desarrollamos el FOX Engine, un motor que nos ha permitido crear un mundo abierto. ¡Por fin he podido hacer realidad el concepto de “infiltración libre” que siempre había deseado!”
Por ello, si aún no has jugado a The Phantom Pain y esperas en él un juego similar a lo ya visto en la saga, olvídate de esa idea, esta nueva entrega es otra cosa. ¿Es un Metal Gear Solid? Por supuesto que sí, claro que lo es. Su seña de identidad sigue presente, la historia sigue estando como siempre, narrada de forma diferente, sus personajes carismáticos también y las Kojimadas tienen su presencia en esta nueva entrega. Sin olvidarnos de la epicidad, que aquí alcanza cuotas extremas, al igual de la crudeza de lo que se ve en pantalla, mucho más potenciada en este juego.
Lo que encontrarás en The Phantom Pain es un mundo abierto, quizás uno de los mejores que existen en la actualidad, en el que todas tus acciones tienen consecuencias y esas consecuencias pueden contrarrestarse. Las misiones pasan a darte un objetivo o dos y el resto lo tienes que hacer por ti mismo, infiltrándote en las bases e intentando conseguir la información en el campo de batalla. Eso es lo que siempre había querido Kojima, enfrentar a un solo hombre a un ejército completo y creo que en esta ocasión lo cumple al 100%.
En Metal Gear Solid V: The Phantom Pain tú eres el protagonista, tú decides como avanza la historia, tú gestionas las misiones y tú eres el puto Big Boss. No podía estar más agradecido a Kojima por este «regalo», para un servidor esta nueva entrega me está dando todo lo que quería y buscaba desde que jugué a Metal Gear Solid de PSX, “infiltración libre”.
