Double Dragon II (1991)

Amiga, Arcade, Commodore 64, Megadrive, Amstrand CPC, Game Boy (Versión comentada), MSX, NES, PC, Atari ST, Turbografx CD, ZX Spectrum

Beat´em Up

Billy y Jimmy Lee está de vuelta, una vez más, en Double Dragon II

¿Quién no conoce la saga Double Dragon? No son pocos los juegos que se han lanzado, tanto en Arcade, como versiones para consolas de sobremesa. Incluso en forma de spin-off o crossover con otros juegos como Battletoads y tocando otros géneros, como la lucha 1 Vs. 1. Game Boy no se iba a quedar sin su versión de Double Dragon y fueron tres entregas las aparecidas en la portátil de Nintendo, más una versión portátil de Battletoads / Double Dragon – The ultimate team (1993).

Pero vamos a centrarnos en Double Dragon II, la segunda entrega de Game Boy, quizás las más destacable y más divertida la trilogía original. El juego fue desarrollado por Technos Japan y lanzado en 1990; pero se trataba de un juego diferente y fue adaptado para el mercado occidental con el nombre de Double Dragon II.

Al igual que su primera parte, tenemos un Beat´em Up – yo contra el barrio – en el que manejamos a Billy, si jugamos solos, uno de los personajes protagonistas de este juego.Double Dragon II tiene un apartado gráfico bastante bueno, bastante destacable en el catálogo de Game Boy. El diseño de los sprites y sus animaciones rayan a buen nivel, pero lo más destacable es que todo está muy bien definido, tanto los fondos como los sprites, con un nivel de detalle bastante elevado.

En el apartado jugable echamos en falta poder utilizar armas, como sí sucedía en la primera entrega. Quizás esto es debido a tratarse de una adaptación de otro juego: Nekketsu Kōha Kunio-kun: Bangai Rantō Hen. Como comentaba más arriba, la versión Japonesa en la que se basa este Double Dragon II es otro juego; el cual es prácticamente igual, con un desarrollo muy similar, pero con otros sprites para los personajes y enemigos; además de otras melodías diferentes y otra historia.

Acclaim fue la encargada de distribuir este juego fuera de Japón, con el nombre de Double Dragon II. Además de utilizar prácticamente la misma carátula de la versión de Double Dragon III de NES para esta versión de Game Boy, cambiando la numeración impresa en la carátula, para coincidir con esta entrega. Otra distribuidora, American Technos Inc., también tenía planes de distribuir la versión Japonesa de este juego como una secuela de Renegade, con el título de The Renegades.

Esto llevó a que Double Dragon II de Game Boy difiera un poco de la saga y perdamos la posibilidad de poder llevar armas que vayan dejando caer los enemigos. Pero por ello no deja de tener la misma esencia, que no es otra que dar mamporros a todo el que se pase por la pantalla. Si le sumamos la genial banda sonora, con el tema típico de la saga, el maquillado queda casi perfecto.

Podíamos encontrar un total de 10 fases, que venían representadas por un mapa por el cual iba avanzando nuestro personaje de forma automática cada vez que completamos una misión del juego. Además el título cuenta con tres niveles de dificultad, siendo el más fácil una especie de tutorial, o pequeño acercamiento al juego, dado que no podremos completarlo en ese modo. El nivel normal y difícil debe ser el elegido si queremos ver el final del juego y todos sus niveles.

Además podemos jugar con otro jugador, en modo cooperativo, con la ayuda del cable link de Game Boy. Eso sí, es necesario otra Game Boy y otro cartucho para tal hazaña, así que debíamos encontrar un amigo que tuviera una misma copia del juego, y su propia Game Boy, para poder repartir estopa juntos. Algo implícito en la portátil de 8 bits de Nintendo, dado que era la forma de poder jugar a muchos juegos junto a un amigo.

Existe una tercera entrega de Double Dragon para Game Boy, lanzada en 1992 y tratándose de una conversión de la recreativa del mismo nombre: Double Dragon III: The Arcade game. Por desgracia se trata de una conversión muy nefasta, con una jugabilidad prácticamente nula, dado que el sistema de juego está completamente roto. Un juego que quedaba realmente bien en las páginas de las revistas de la época, dado que tiene un apartado gráfico bastante bueno, pero que se hacía totalmente injugable.