Buenos días, tardes o noches estimado lector. En primer lugar quisiera agradecer sobremanera a Tiex la oportunidad que nos ha dado tanto a mi como al otro compañero debutante en el blog, de compartir nuestras impresiones acerca de este mundillo que nos gusta y nos apasiona. Después de este necesario párrafo peloteril, paso a presentarme.

 Me llamo Miguel, pero mi nick por el que me vais a conocer de ahora en adelante en este blog sera AnonimoR. Tengo 28 años, acercándome peligrosamente a los 29 y soy y vivo en Tenerife, Canarias. A pesar de mi ultraperiférica posición he asistido desde que era un enano al crecimiento de este pasatiempo en primer lugar, que pasó luego a ser considerado entretenimiento, para pasar a la categoría de arte en algunas obras que hemos visto últimamente.

Mi experiencia videojueguil comenzó con el lejano MSX de mi padre y con el Spectrum de mi primo, con aquellos interminables tiempos de carga acompañados de chirridos de las cintas de casete; aunque mi primera consola de verdad fue la NES primigenia, la de 8 bits. Aquellas tardes aporreando los botones A y B de aquel pequeño mando, mientras me acordaba de toda la santa familia de los programadores del Maniac Mansion, forjó mi carácter consolero, amante de aventuras gráficas y juegos deportivos, sin desmerecer, por supuesto, al resto de géneros.

Más tarde llegaría a mis manos, un día de Reyes, una flamante GameBoy, de la que aún hoy soy orgulloso poseedor y debo decir que aún funciona; aunque ver hoy esos 4 colores en la pequeña pantalla resulte, cuanto menos, chocante. Más adelante en el tiempo, Mega Drive mediante, fui testigo de como un erizo azul era capaz de engancharme durante horas, horas y más horas. Juegazos increíbles como Flashback o Another World pasaron por mis manos ya fuera en calidad de préstamo o propiedad. Los primeros FIFA´s en perspectiva isométrica nos hacían preveer un mundo de posibilidades en las consolas pero, he de reconocer, que ni en el más húmedo de mis sueños consoleros hubiera concebido el nivel al que han llegado hoy en día.

Tras pasar por PS1 y PS2 con más alegrías que decepciones, y de una Game Cube cuyo precio pagado mereció la pena solo por tener la oportunidad de jugar a los Zelda, llegamos a la actual generación de consolas. Curiosamente esta generación coincidió en un momento de mi vida de mayor interés por contar cosas, por compartir ideas e inquietudes, por plasmarlas en algún sitio. Tras varios intentos de blogs con mejor o peor suerte he desembarcado aquí, dándole una vez más las gracias a Tiex por esta oportunidad, esperando no resultaros muy cargante con mis artículos de opinión, análisis o lo que sea que vaya saliendo.

Sin nada más que decir, que me enrollo más que una persiana cuando me pongo enormes saludos por mi parte, amigos consoleros (y amigas consoleras, para que no se enfade la Aído).