Mi primera vez con Game Boy fue en casa de un primo mio. Tenia el privilegio de poseer, por aquel tiempo en exclusiva porque aun no había llegado a España, la consola con el SUPER MARIO LAND. Y ese fue el primer juego que jugué en la Game Boy. Recuerdo que me quede totalmente prendado, al ver que aquel pequeño aparato, podía reproducir un videojuego y de manera fluida. Por aquel entonces yo jugaba a las Game and Watch, por lo que se puede suponer el impacto visual que tuve al ver la portátil.
Y como todo niño, tenia 10 años y eso supone “culo veo culo quiero”. Y empece a tostar a mis padres, que quería una, hasta que un tiempo después me la compraron. Me acuerdo lo que decían de la Game Boy los padres de mi primo: “Esta muy bien, porque puede jugar cuando quiera y no nos molesta, porque no hay que conectarla al televisor….”. Un poco más tarde usábamos la escusa de: “Joe, es que quiero una consola de verdad, que se pueda conectar al televisor….”, para que nos compraran una consola de sobremesa, jeje.
Pero el impacto real fue el juego del TETRIS. Pero que juego mas adictivo. Recuerdo que mi consola pasaba de mano en mano en mi familia, todo el mundo quería jugar al TETRIS. Es la única vez que he visto a mis padres jugar a una consola. Llegamos a agotar las pilas completamente en un día. Mas tarde descubrí que si le metías pilas alcalinas, la duración de la consola era casi infinita, no se gastaba nunca…(bueno, claro que se gastaba, pero duraba muchísimo) Y era el único juego que tenia, así que no tenia opción y solo podía jugar al TETRIS. Los piques eran constantes y todos queríamos batir el récord de lineas. Jugamos tanto, que incluso podías oír la musiquilla del juego, aun habiendo apagado la consola…
A día de hoy, aun poseo la consola y el juego original. Y funciona a la perfección. Incluso de vez en cuando, hago algunas lineas, en mi Game Boy Color.