Max Payne 3, violencia en slow motion

Han pasado ya once años desde que salió Max Payne (Remedy Entertainment, 2001) el juego que hizo que me tuviese que comprar una nueva tarjeta gráfica para mi PC. Juegazo que hizo historia en su momento por su nivel técnico, guión y la inclusión del bullet time. Dos años más tarde apareció su secuela Max Payne 2: The fall of Max Payne (Remedy Entertainment, 2003) juego que me dejó muy frío respecto a su predecesor. Ahora unos desarrolladores que de hacer juegos saben un rato, como son Rockstar, nos traen de nuevo la franquicia con Max Payne 3 (Rockstar Vancouver, 2012).

Ahora Max es un ex-policía que trabaja como guardaespaldas para una familia de ricachones en Sao Paolo, Brasil. Eso cuando consigue mantenerse sobrio, porque Max es un alcohólico, un fracasado que ha dejado sus días de gloria atrás para convertirse en un antihéroe, un hombre solitario que sigue culpándose de la muerte de su mujer y su hija. Sin embargo, el paraíso y la nueva vida que prometen a Max Payne no es lo que parece y se verá envuelto en una espiral de violencia. La historia tiene un buen guión, con giros en la trama y una evolución del personaje que lo convierten en un juego muy cinematográfico. Prueba de ello son las largas cinemáticas que nos introducen en cada nivel, dejando atrás ese estilo cómic de los primeros juegos. Mencionar que estas cinemáticas tienen un efecto de desenfoque, encadenados, flashes y una edición rápida con ventanas (simulando al cómic), que a priori puede parecer algo molesta. A mi modo de ver dan una sensación de embriaguez que nos conecta al personaje y hace que empaticemos con él.

La jugabilidad reside en la acción pura y dura, momentos frenéticos, acompañados de situaciones muy espectaculares. Tendremos que disparar a todo tipo de enemigos, dejando montones y montones de cadáveres a nuestro paso. Para ello contamos con todo un arsenal, desde pistolas, uzis, Ak-47, hasta rifles francotirador y lanzacohetes. También dispondremos de los clásicos analgésicos que nos salvaran de más de un apuro. La novedad es que se ha introducido algo así como “una última oportunidad”, es decir, si tenemos analgésicos y nos matan, la acción se volverá a cámara lenta y deberemos eliminar al enemigo que nos ha disparado. De esta manera conseguiremos vivir unos minutos más, consumiendo eso sí los analgésicos de los que disponemos. Mencionar que una vez pasado el juego se desbloquea un nuevo modo llamado clásico, en el que se elimina esta última oportunidad. Los enemigos cuentan con una buena IA y no esperarán a que les ataquemos, nos flanquearán e intentarán eliminarnos de todas las formas posibles. Pero también harán uso de las coberturas al igual que nosotros. Estas, están muy bien implementadas y nos darán algún respiro durante la acción.

Sin duda alguna lo más espectacular del juego es el conocido bullet time, que eleva la acción a otro nivel. Este lo conseguiremos al eliminar a enemigos sin que esté activado o al aguantar a cubierto los disparos de los mismos.

Aunque parezca que todo son tiros y tiros, no es así. En cada nivel hay un número de pistas, como recortes de periódico, fotos y otros objetos que deberemos de buscar, si queremos, y que aportarán datos interesantes a la trama. También hay piezas de armas que podemos buscar para completarlas. Esto es un añadido que alarga la experiencia jugable y que pondrá las cosas algo más difíciles para los que quieran conseguir los trofeos.

En cuanto al apartado técnico, Rockstar me ha dejado alucinado con el nivel del juego. Graficamente es una pasada, los efectos de luces, reflejos, el agua, el fuego, las explosiones son increíbles. Mención especial a las físicas en el modo bullet time, tienen un detalle espectacular en el que vemos como cada bala afecta de distinta manera al enemigo según la zona de impacto. Los movimientos de Max son de lo más fluido que he visto hasta la fecha, la forma de caer al suelo, de girar o permanecer en él, de levantarse, de cubrirse, todo muy realista. Es una delicia ver como gira en el aire 360º mientras dispara. El diseño de niveles tiene una gran calidad y variedad, con zonas más pasilleras y otras más amplias, escenarios con un gran detalle que los acercan bastante a la realidad. Destacar las pantallas que se desarrollan en las favelas. El modelado de Max es muy bueno, aunque un poco mejorable en otros personajes de menor importancia. En mi opinión es uno de los mejores juegos técnicamente de esta generación.

Y es que Max Payne 3 es un juego de detalles y no solo en la ambientación, por ejemplo, si Max tiene una pistola en una mano y en la otra un fusil M-16, a la hora de recargar la pistola vemos como se coloca el fusil bajo el hombro, sosteniéndolo con el brazo, para así tener las dos manos libres y poder recargar la pistola. O también si queremos utilizar dos pistolas a la vez y tenemos un fusil, deberemos renunciar a este último dejándolo en el suelo, a diferencia de otros juegos que se lo colocan en la espalada como si nada. Chorraditas como ver como la textura de la camisa por detrás cambia cuando corremos, simulando el movimiento natural de la misma, son un dato del mimo y empeño que ha puesto Rockstar en el título.

Por supuesto el apartado sonoro no se queda atrás, con unos muy buenos efectos de sonido y unas voces que dotan a los personajes de gran personalidad. La banda sonora mantiene el nivel con temas muy acordes a las situaciones, nos sumergen perfectamente en la acción. Hay temas más marchosos, otros más hipnotizantes y otros más tranquilos y dramáticos. No podía faltar el tema principal a piano de la saga, que esboza una sonrisa en mi cara cuando suena.

El multijugador hace acto de presencia en el título, contando con los clásicos modos de juego de todos contra todos, batalla por equipos, con objetivos y el Max-sesino, en el que un jugador será Max y tendrá que sobrevivir a los ataques de los demás. También habrá distintas familias, facciones o grupos entre los que elegir personaje. Cuenta con muchas opciones de personalización, tanto del personaje, como de armas y habilidades. La experiencia que ganemos en cada partida nos permitirá subir de nivel, desbloqueando nuevas opciones de personalización, así como ganar dinero para canjear en ropa, armas y demás objetos. Otra forma de ganar dinero será apostando en las partidas, es decir, antes de cada enfrentamiento te hacen una pregunta del tipo ¿quién conseguirá más muertes?, y te dan tres opciones. Si quieres apuestas eligiendo una y a tener suerte. En definitiva el multijugador es entretenido, muy adictivo y una buena opción para alargar la experiencia jugable.

Max Payne 3 es un juego que engancha de principio a fin, divertido, espectacular, muy violento y que hace las delicias de los aficionados al género de acción, con una historia bien planteada. Para mí toda una sorpresa y un juego a tener en cuenta para el GOTY.

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