Trasladaros un momento al pasado todos aquellos que vivisteis la época de SEGA y Nintendo, cuando estaban las consola Master System y NES o más tarde la Super Nintendo y Megadrive. Recordad aquellos momentos con vuestros amigos, discutiendo cuál era la mejor consola, cual tenía más colores, cual tenía más Bits, cual se escuchaba mejor y cual tenía los mejores juegos. Eran momentos míticos, que jamás deberían perderse, porque además de fomentar el pique por cada consola a nivel de usuario, este también existía a nivel de empresa. Nintendo y SEGA siempre estaban compitiendo una con la otra y esto lo único que traía era beneficios para nosotros, los usuarios o jugones. Aquellas charlas en el patio del colegio o en nuestro barrio, con los amigos, jamás deberían perderse, en ninguna generación de consolas.
Ahora estamos en una época, en la que parece ser que la exclusividad o los juegos exclusivos por consola cada vez se están viendo menos, ya sea porque una compañía compra los derechos a otra o porque para rentabilizar un juego de ahora, se necesita mucho dinero y por ello se saca en otras plataformas. Hoy en día, sacar un juego para una única plataforma es algo muy difícil o muy arriesgado y en algunos casos casi un suicidio. Se necesita del mayor rango de plataformas, para que el rendimiento del juego, en cuanto a beneficios, sea más amplio y se rentabilice mucho más el proyecto. Y no nos vamos a engañar, la industria existe gracias al dinero que aporta, aquí nadie trabaja por amor al arte.
En ocasiones se realizan juegos exclusivos para una consola, como Uncharted para Ps3 o Halo para Xbox 360. Son juegos que si solo tienes una de las dos consolas (aunque también tenemos las exclusividades de Wii) te quedaras sin disfrutar del otro juego que solo está en la consola que no tienes (joe que enrevesado me ha quedado esta frase) Esa exclusividad crea la competencia o el pique que teníamos entre nosotros como os comentaba al principio y si los juegos salen para ambas plataformas, se pierde en parte. Hoy en día, los mismos que nos picábamos en el barrio o en los patios de los colegios, somos los que compramos las consolas en mayor parte (ya lo dice la media de edad de los jugones) y debido a nuestro mayor poder adquisitivo, muchos de nosotros tenemos todas las consolas (yo me incluyo y no soy el único) por lo que no tenemos ese problema. Pero para poder disfrutar de los juegos que nos estábamos perdiendo, nos hemos tenido que comprar la consola donde se desarrollan esos juegos.
Ahora pensemos que ocurrirá si las exclusividades se pierden, como es el caso de Mass Effect, que parecía una saga única y exclusiva de Xbox 360, pero al final ha visto que su segundo episodio aparecía en Ps3 y lo mismo ocurrirá con el próximo episodio de la saga. Estos momentos de «pique», de quien la tiene más grande, que juego es mejor y jamás se podría reproducir en tu consola porque es demasiado potente, se perdería por completo. Ya no habría competencia y las desarrolladoras crearían los juegos para todos los sistemas, por lo que tampoco habría pique entre compañías y se perdería el estudio por hacerlo mejor que la competencia. Todo esto no sería nada bueno para la industria o por lo menos es lo que yo pienso.
Quizás tengamos un único sistema para jugar en un futuro y la competencia sea entre desarrolladoras de videojuegos en vez de entre plataformas. Pero la exclusividad es algo que nunca se debería perder, ya que nos beneficia a nosotros, los usuarios. Con juegos mejores, solo por el hecho de superar a la competencia.
