No recuerdo haber hablado de este tema por aquí en todos estos años, y si lo he hecho, pues vuelvo a hacerlo, porque es un tema recurrente que aún sigue vigente, y en boca de muchos, cuando se lanza un nuevo juego al mercado. Aún se sigue escribiendo análisis en los que se critica, para mal, el apartado duración de un videojuego.

La duración de los videojuegos es para dar de comer aparte. Nos indignamos en algunas ocasiones cuando los juegos son muy cortos y otras veces nos indignamos cuando los juegos son muy largos ¿Cuál es la duración ideal para un videojuego? Es una pregunta sin respuesta concreta, ya que seguramente cada uno de nosotros tendríamos una respuesta totalmente diferente y seguiríamos con el mismo debate.

No voy a decir que la visión que yo presento en este texto sea la acertada, al fin y al cabo, es una opinión más como otra cualquiera. Pero aún así os voy a comentar cual es mi punto de vista sobre este polémico tema.

Podría terminar aquí mismo este texto y deciros que la duración ideal de un videojuego no existe, pero voy a desarrollarlo un poco más. Si llegamos a los créditos finales y el juego nos ha contado todo lo que tenía que contar, que mas dará que el juego durara 2 horas a que durara 40. Lo que no tiene sentido es que lleguemos a la mitad de un juego y ya hayamos visto todo lo que el juego puede darnos, en cuanto a jugabilidad, y el resto del juego sea relleno por alargar la duración del mismo o desarrollar la historia al completo. Porque señores, hay juegos con muchísimo relleno, como ciertas partes del primer Dragon Age que tienen una cantidad ingente de enemigos hasta debajo de la piedras, por poner un ejemplo.

Si viajamos en el tiempo, a la época de los 16 Bits, los videojuegos tenían una duración bastante escasa, y a muchos podíamos llegar al final en menos de una hora, pero nadie se quejaba de ello o al menos esa es la sensación que nos ha quedado. Después teníamos los RPG o JRPG, que nos proporcionaban más horas de juego y a los que había que dedicar mucho más tiempo para ver el final y los créditos. Pero si comparamos las veces que nos pasábamos un juego de menos de una hora de duración, con las veces que nos terminamos los RPG, casi dedicamos las mismas horas de juego.

El gran problema de la duración de los juegos de hoy en día es la nula rejugabilidad en la mayoría de casos. No son pocos los juegos que terminamos, a los que no volveremos a jugar en mucho tiempo, o incluso jamás volvamos a hacerlo. Es cierto que alguno de ellos nos pueden gustar mucho, por cualquier motivo relacionado con el juego y volvamos a terminarlo en más ocasiones. Pero no vamos a engañar a nadie, eso no ocurre casi nunca, y podrían ser casos exclusivos de devoción hacia un juego particular.

La rejugabilidad se ha perdido hoy en día. No se invita a rejugar a un juego en casi ningún caso, y el problema o el motivo de ello, es porque a la compañía no le interesa que dediques más tiempo a uno de sus juegos, porque quiere que compres el nuevo que acaba de lanzar. Con algunos juegos se nos invita a seguir jugando, una vez terminado, para completar el 100%, ya sea completando algunas misiones secundarias que no hemos hecho, recoger algunos ítems repartidos por el escenario o incluso repetir las misiones que ya hemos finalizado pero completando algunos desafíos que se nos presentan en las mismas, como con los Assassin´s Creed.

En otros casos se nos presentan modos extra de juego, como el modo mercenarios que se incluía en los Resident Evil, juegos que podíamos terminar en menos de 3 horas. O los modos New Game + de algunos JRPG, que nos invitaban a pasarnos el juego otra vez, con todo el inventario que teníamos al finalizarlo y haciendo los enemigos más duros, como en The Last Story de Wii.

Con todo esto os vuelvo a hacer la misma pregunta ¿Existe la duración ideal para un videojuego? Y ahora si os contexto: la duración ideal es el tiempo que tú quieras dedicarle al juego, ni más, ni menos.