Alien Covenant es Ridley Scott desatado y disfrutando como un niño

Alien Covenant

Título original: Alien: Covenant

Año: 2017

Duración: 123 min.

Dirigida por: Ridley Scott (Prometheus (2012), Alien, el octavo pasajero (1979))

Alien Covenant quizás no seas lo que esperas, pero sí lo que Ridley Scott quiere

Ridley Scott presenta con Alien Covenant su tercera película de la saga, que él mismo inició, junto a un grupo magistral de grandes maestros (Dan O’Bannon, Jerry Goldsmith, Moebius, H. R. Giger, Walter Hill, entre muchos otros) y el cual ha sido el encargado de volver a crear esta nueva mitología con Prometheus. Ahora nos presenta este nuevo blockbuster, más cercano a la serie B que su predecesora, con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Es tan continuación de Prometheus, como homenaje  a Alien: el octavo pasajero. Pero lo mejor es que se nota que Ridley Scott está disfrutando como nunca. Prueba de esto mismo es que ha dejado a Denis Villeneuve la dirección de Blade Runner 2049 para realizar Covenant.

Partiendo de la base de que asistes al cine sabiendo lo que vas a ver, y dejándote llevar por la montaña rusa que es Alien: Covenant, es muy disfrutable, con momentos realmente brillantes, y con una dirección técnica que muy pocos saben hacer tan bien. En gran parte gracias al maestro Dariusz Wolski, un monstruo de la fotografía a la altura de la mitología del Xenomorfo, y que ha acompañado a Ridley ya en varias ocasiones. Además de algunos efectos prácticos mimados hasta el exceso, y en mayor cantidad de lo que pudiéramos imaginar en un principio. Alien: Covenant en otras manos habría sido peor película, como hubiera pasado con Alien, el octavo pasajero en 1979.

A un servidor le gustó Prometheus, bastante, y en Alien: Covenant encuentra esas respuestas que quedaron sin resolver, más otras nuevas que apuntan en la dirección de la próxima entrega. Teniendo en cuenta que el protagonista absoluto de Prometheus era el androide David (Michael Fassbender en estado de gracia), uno espera que la saga siga por los mismos derroteros. Al final es así, e incluso más. Alien: Covenant es David y él es el que lleva la batuta (o la flauta) de todo lo que sucede. Los personajes humanos pasan a un segundo plano, son mera carnaza, y los Xenomorfos (u otros más primigenios) están en la función porque deben estar, pero como la gran estrella invitada o como el desencadenante de la trama, al igual que siempre.

Ridley Scott sabe muy bien lo que está haciendo, incluso más que cuando rodó Prometheus. Se nota que Covenant está realizada con su continuación en mente, y sirve de perfecto nexo de unión de su antecesora y lo que está por llegar. Con un prólogo inicial que también sirve como resumen del tema principal «¿Quienes somos y de dónde venimos?», además de recordatorio de la trama de David, denota aún más que Covenant sirve como puente, y a la vez como desarrollo de la propia historia, con un final que aporta nuevas preguntas y deja con ganas de más.

Los personajes humanos sirven como un mero hilo conductor, o como combustible para el desarrollo de la trama. Tienen en un inicio de la película un desarrollo más pronunciado y una presentación más trabajada, quizás por las críticas a Prometheus en este aspecto. Aunque dudo que a Ridley eso le importe realmente, porque en el segundo acto pasan a un segundo plano, siendo David y los Alien lo más importante, y así debería ser para el espectador. No dejan de ser humanos, comportándose de manera estúpida en muchas ocasiones, porque son humanos. Si intentamos buscar los fallos o las decisiones estúpidas en ellos, no se disfrutará de lo que Covenant quiere presentar.

No quiero alargar esto mucho más, es muy sencillo estropear la trama de la película a poco que hables de ella, aunque me encantaría hacerlo ya que invita a ello. Pero sí quiero decir que por momentos me recordó a Blade Runner en su mensaje principal, y además me ofreció las vísceras y mala ostia que no encuentro en el cine actual, sobretodo en el dirigido a las grandes masas, como es Alien: Covenant. Como digo al comienzo, si te dejas llevar por los acontecimientos y te haces las preguntas precisas cuando estás visionando la película, disfrutarás mucho más y verás el sentido real de lo que ella ofrece. Cine de entretenimiento, pero bien hecho y sin concesiones.

Y no, no se carga la mitología del Xenomorfo. Lo que falta llegará, como se anuncia en la propia película. Y más quisieran algunos llegar casi a los 80 y parir semejante obra. Me voy a tomar una copa de vino Rioja a la salud de Ridley.

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